Sagrario de Abu Simbel. Es raro no hablar de una construcción de Egipto y que los dos cartuchos del rey Ramsés II no aparezcan por alguna parte, bien porque él mismo lo haya construido o bien porque lo haya usurpado añadiendo sus credenciales.
El caso que nos ocupa hoy, el Templo de Abu Simbel, pertenece a los primeros, y fue construido para conmemorar la pírrica victoria (sino empate) de la batalla Kadesh y para dar culto a la propia persona del faraón y a los dioses Amón-Ra, Ptah y Ra-Harakhti.
Este estupendo templo es uno de los mejores de Egipto, uno de mis preferidos y creo que es un lugar que no os debéis perder en la visita del país.
Las 4 enormes estatuas de Ramsés sedente en la fachada son impresionantes, miden 20 metros cada una, lástima que la que está situada a la izquierda de la entrada quedara muy dañada por un terremoto. Sobre la entrada, en una especie de hornacina, el dios Ra-Harakhti, el de cabeza de halcón, nos da la bienvenida.
Fue construido en la frontera con Nubia para impresionar a los vecinos del sur, supongo que para avisarles de que les podía pasar lo mismo que a los lejanos hititas del norte si se enfrentaban a los egipcios. Eso sí, las estelas cuentan una irreal aplastante victoria de Ramsés II sobre sus enemigos.
Flanqueada la puerta entramos en la pronaos, una sala rectangular de 18 m de larga por 16,7 de ancha, sostenida por ocho estatuas gigantes de Osiris con la cara de Ramsés. Los de la izquierda llevan la corona blanca del Alto Egipto, del sur, y los de la derecha la doble corona. Llevan los brazos cruzados con el cetro y el flagelo. En el techo observamos pinturas de la diosa Nekhbet, el gran buitre.
Las paredes laterales están decoradas con la comentada batalla de Kadesh, los dibujos son excepcionales.
Pero continuemos hacia delante y crucemos este pronaos para llegar a la sala hipóstila sostenida por 4 pilares que nos dará acceso al sagrario, el lugar más sagrado y escondido del templo.
Sagrario de Abu Simbel
Una pequeña cámara con 4 estatuas sedentes que representan al propio Ramsés II divinizado junto a Amón-Ra, Ptah y Ra-Harakhti.
Aquí se produce un pequeño milagro dos veces al año. En la actualidad se produce el 22 de febrero y el 22 de octubre, pero antes de que se trasladara el templo a una altura superior al emplazamiento original (debido a la construcción de la presa de Asuán y para evitar que quedara abnegado por las aguas del lago Nasser), el fenómeno ocurría 21 de octubre y 21 de febrero (61 días antes y 61 días después del Solsticio de invierno).
Este fenómeno se traduce en que en estas fechas, la del cumpleaños del rey y la de su coronación, entran los rayos solares hasta el sagrario e iluminan las caras de Amón-Ra, Ra-Harakhti y Ramsés, quedando sólo la cara del dios Ptah en la oscuridad, pues es el dios de las tinieblas. El fenómeno dura unos 20 minutos.
El sagrario de Abu Simbel se ilumina 2 veces al año, 22 febrero y 22 octubre
Abu Simbel es uno de los lugares imprescindibles del mundo, pero si vuestra visita coincide con este fenómeno podréis decir que no sólo ha iluminado las 3 figuras sedentes sino también vuestra alma por haber contemplado uno de los milagros que nos ha proporcionado la maravillosa antigua civilización egipcia.
Cómo llegar a Abu Simbel ⇒
Desde El Cairo: puedes ir a Abu simbel en avión desde El Cairo en un día,
Desde Asuán: En avión, pero también puedes ir en bus o coche en un trayecto de unas 3 horas. También puedes reservar excursión de un día a Abu Simbel con guía en español con el que te recogerán en el hotel.
Hay opción de reservar Abu Simbel en 2 días en español.
Otros consejos para visitar Abu Simbel
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La primera vez que fui a Egipto en el 92
me dejo tan pillado que a los dos años comencé a estudiar la carrera de Historia, pues en esos 2 años había leído un montón de libros del Egipto antiguo y ya me había liado con los hititas y Mitanni. Realmente es uno de esos viajes que personalmente me ha cambiado la vida, bueno, el que más.
Egipto ha sido uno de los lugares que he visitado que más me han gustado. Abu Simbel es impresionante. Debe ser una pasada visitarlo un día como hoy… aunque imagino, como dices, que estará a tope de gente.
Un saludo
Es uno de esos lugares solares q nos recuerdan la sabiduría de nuestros antepasados, como Stonehenge, o Newgrange en Irlanda o Dzibilchaltun en la Ruta Maya. Aunque no se como estarán de gente esos días señalados. Saludos pitufina 😉
Ya me gustaría a mí presenciar este fenómeno por lo menos una vez en la vida, estos egipcios eran unos cracks. Abu Simbel fue una de las cosas que más me gustó cuando estuve el año pasado allí. Muy buena idea y a ver si en un futuro tenemos la suerte de estar allí uno de esos dos días del año. Un saludito. 😉
Gràcies Ramón. Com dic, Abu Simbel és un premi però veure aquest fenòmen ja és un regal extra. gràcies per passar-te pel blog. Salut
Senzillament, ets un crack, i estàs en tot!!! JO he tingut la gran sort d'haver estat a Egipte i Abu Simbel, i a part de les piràmides, aquest és un lloc d'obligada visita crec jo.
Salutacions i endavant amb les "multinformacions"
Ramon Carreras