Visitar la Pedrera, la Casa Milà

Visitar la Pedrera de Barcelona se puede hacer desde que abrió al público en 1996.  Esta Casa Milà fue la última gran obra de Gaudí antes de involucrarse a tiempo indefinido en la Sagrada Familia.

Gaudí afronta este proyecto con la creatividad que le da la madurez de sus 54 años y choca tanto con promotores como del resto de la sociedad barcelonesa, quizá no preparados para una obra tan moderna y osada.

Pese a la aparente incomprensión inicial de sus contemporáneos, la Casa Milà es la culminación del estilo gaudiniano en una obra civil.

Vamos a ver la Pedrera. Por cierto, el nombre significa cantera en catalán y se la bautiza así por su enorme fachada de piedra. Os mostramos nuestra experiencia personal, con vídeo y fotos, algunas hasta en 360º, para que lo viváis con nosotros lo más en primera persona que podamos.

La Pedrera, Casa Milà de Barcelona ¿vale la pena?

¿Por qué tienes que visitar la Casa Milà en tu itinerario por Barcelona?

• Porque la Casa Milà es Patrimonio de la Humanidad desde 1984.
• es la última gran obra civil de Gaudí antes de encerrarse a tiempo completo en los talleres de la Sagrada Familia.
• Es el edificio civil más querido de Barcelona, con permiso de la casa Batlló y de la casa Vicens.
• No te puedes ceñir a visitarla desde el exterior. El interior te sorprende, desde el vestíbulo a las azoteas, todos sus rincones rezuman la genialidad del arquitecto. No te lo puedes perder.
• Para nosotros es uno de los TOP 11 lugares que visitar en Barcelona imprescindibles.

Así pues vale la pena visitar la casa Milà, la Pedrera. Nosotros que somos de Barcelona, no podíamos perdernos la visita, ni vosotros tampoco. Vamos a por ello

Breve historia de la Pedrera

Un poco de la historia de la Pedrera os vendrá bien para entender la visita. Intentaremos esquematizarla para no hacernos pesados y que no os durmáis en la primera sección de este post 🙂

• Pere Milà era un dandy, promotor de prensa y dueño de la plaza de toros Monumental. Roser Segimon joven viuda heredera de una buena fortuna.
• 1905 Pere Milà y Roser Segimon se casan y deciden tener su hogar en el paseo de Gràcia, la avenida más importante de Barcelona, de moda entre los burgueses más pudientes y con los mejores teatros y restaurantes de la ciudad.
• Compran una torre con jardín en Paseo de Gracia esquina Provença y encargan a Gaudí que construya una casa grande. La idea es quedarse el piso principal de 1300 m² y alquilar las viviendas de las otras 4 plantas.
• 1906-1912 se construye la Casa Milà.
• A parte de pasarse del presupuesto, Gaudí no respetó los reglamentos del Ayuntamiento en algunas normativas, ya que el desván y la azotea excedían el máximo permitido y uno de los pilares de la fachada ocupaba una parte de la acera del paseo de Gràcia. El ayuntamiento finalmente declaró que el edificio tenía caracter monumental, aunque los Milà debieron pagar una multa de cien mil pesetas. El arquitecto también tuvo problemas con sus honorarios y acabaron en juicio con los Milà, que desembolsaron otras cien mil más 🙂
• 1947 Roser Segimon, viuda desde hacía 7 años, vendió el edificio a la Inmobiliaria Provenza, aunque continuó viviendo en el piso principal hasta 1964, año en que falleció.
• 1954 se construyen 13 apartamentos en el desván que tras la restauración de 1996 se eliminan.
• 1984 la Casa Milà,  o La Pedrera, fue declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO.
• 1987 – 1996, tras años de abandono se restaura y la abrieron al público.
• 2013 se convierte en la sede de la Fundación Catalunya La Pedrera.

Qué ver al visitar la Pedrera, Casa Milà

La casa Milà o la Pedrera te impacta desde que admiras la fachada principal que da al Paseo de Gracia. Pero lo que ofrece no es sólo esa pétrea fachada. La visita a su interior es más que recomendable y se puede entrar en las viviendas de la planta cuarta, el desván y la terraza. Las demás plantas están ocupadas por oficinas o todavía por algunas familias residentes.

Esto es lo que vamos a ver al visitar la Pedrera:

• Las 3 fachadas pétreas con 2 entradas.
• El vestíbulo del paseo de Gràcia y su patio de luces.
• La azotea
• el Desván
• y la visita a un piso con muebles de la época.

En total, el edificio tiene una superficie en planta de 1835 m². Cuadruplica, por ejemplo, la casa Batlló. Posee un sótano, 6 niveles (bajos y 5 pisos de viviendas), el desván y una azotea integrada en la comunidad.

La fachada de la casa Milà

Sin duda lo más conocido del edificio junto a la maravilla de la azotea. La entrada principal y por donde se accede a la visita está en el portal del chaflán. La fachada del chaflán continúa como si fuera una sola con las dos fachadas laterales, la del Passeig de Gràcia y la de la calle Provença. Esta última es la más larga de las 3 fachadas, con 43 metros de longitud del total de los 84,60 m. Todas tienen 30 metros de altura y en total poseen 150 ventanas. Habría una cuarta fachada posterior que da al patio interior y que no es visible para el público.

La forma sinuosa y ondulada llama profundamente la atención, se asemeja a una roca modelada por las olas del mar. Para rematar ese ambiente marítimo Gaudí modeló 33 balcones con barandillas de hierro forjado, con una original forma similar a algas marinas (a mí me parece la espuma de las olas).

La fachada no tiene función de sustento del edificio y se aguanta por sí sola con una estructura independiente unida al edificio con vigas de hierro empotradas a la piedra. Y es que Gaudí para la estructura de la Pedrera opta por cargar el peso del edificio a un entramado de pilares y vigas que permiten prescindir de los muros de carga para sustentar el edificio. Algo así como un gótico moderno, que ya vimos como nace en la abadía de Saint Denís y a partir de ese templo las catedrales concentraban el peso en los pilares dejando libres las paredes para insertar los ventanales que permitían la entrada de esa luz característica del estilo medieval. El entramado de pilares y vigas de Gaudí lo que permitía es dejar libre la imaginación del arquitecto para moldear las paredes a su gusto y genialidad.

Vestíbulo 

Dos vestíbulos, uno de acceso por el chaflán (con 60m²) y el otro el lateral por la calle Provença (de 44m²). Es lo primero que veremos tras pasar al interior del edificio de la Pedrera.

De los vestíbulos parten 2 escaleras que acceden directamente al principal donde vivía la familia Milà. Para acceder a las otras viviendas del resto de inquilinos de las plantas superiores Gaudí no empleó la habitual escalera noble y puso ascensores, una innovación en aquella época. Eso sí, dejó 3 discretas escaleras porque ya sabemos que todo lo eléctrico acaba fallando en uno u otro momento.

Son lo suficientemente anchos para la entrada y salida de coches del sótano a la calle. Y es que en el sótano Gaudí diseñó uno de los primeros garajes de Barcelona para el aparcamiento de coches, de los que el propietario Milà era gran aficionado.

No dejéis de admirar las columnas de los vestíbulos, con formas orgánicas que se funden con las aguas del techo. Los vestíbulos quedan iluminados con el sistema de patios que explicamos en el siguiente apartado.

Sistema de patios

Desde el mismo vestíbulo de entrada vemos el primero de ellos, el pequeño. Gaudí creó dos grandes patios interiores (más un pequeño patio auxiliar de ventilación) que articulan las viviendas y aportan luz y ventilación a los pisos desde las azoteas. Van desde la planta baja hasta la cubierta.

El que podemos admirar desde el vestíbulo de entrada del Paseo de Gracia es un patio interior de 90 metros cuadrados. El otro patio de la calle Provença es más grande, de unos 150 m².

En estos patios dan 192 ventanas, mayores conforme se baja en el nivel.

Azotea de la Pedrera

La primera zona que vamos a ver al visitar la Pedrera es la azotea, situada sobre el desván. Aquí es donde conseguirás la foto top de tu visita y uno de los momentos más impactantes del día. Desde esta azotea disfrutamos un mirador privilegiado para contemplar Barcelona.

La terraza se divide en varias zonas de diferentes niveles y volúmenes comunicados por tramos cortos de escaleras. Estos desniveles se deben a la distinta altura de los arcos del desván, que veremos en el siguiente apartado, y que provocan la estética de esta terraza de formas sinuosas, bien adaptada a la forma ondulada de todo el edificio.

Curiosamente la azotea hace de este edificio algo increíble. Un espacio que no suele tenerse en cuenta en cualquier edificio corriente, Gaudí lo convierte en una de las zonas principales y en casi un icono de la Barcelona. Las 30 chimeneas, 2 torres de ventilación y 6 salidas de escalera adquieren formas escultóricas con propuestas estéticas que nos trasladan a otras obras del genial arquitecto como son en Palacio Güell y la casa Batlló.

Chimeneas

Las chimeneas o “badalots” de la Casa Milà quizá sean los elementos icónicos más famosos de esta azotea. Hay 30 chimeneas, algunas en grupos y otras solitarias. Parecen cascos de guerrero, de hecho dicen George Lucas se inspiró en ellas para diseñar los cascos de los soldados imperiales de Star Wars.

No os perdáis el grupo que tiene el casco con trozos de botellas de cava de color verde en forma de trencadís.

Torres de ventilación

Dicen que son un antecedente de la escultura abstracta del siglo XX.

• El rey:  con forma de máscara y de 5,60 metros de altura (en la foto superior a la izquierda).
• La reina: con forma hexagonal de copa y de 5,40 metros.

Las salidas de escalera

Las salidas de escalera comunican el desván con la azotea mediante escaleras de caracol, que ya en la azotea se convierten en pequeñas torres de forma cónica con hasta 7,80 m de altura. Con esa altura algunas se hacen visibles desde la calle.

Tienen revestimiento de trencadís y están rematadas con la típica cruz gaudiniana de cuatro brazos, aunque con un diseño diferente para cada torre.

Desván

En un espacio que en la actualidad desprende magia, misticismo y que nos recuerda a una cripta gótica, se llevaron a cabo actividades tan mundanas como lavar y tender ropa. Para eso sirve un desván, digo yo 🙂

Gaudí consigue un amplio espacio de 800 metros cuadrados sin división entre ellos, gracias a una sucesión de 270 arcos que dejan la planta despejada. Son arcos llamados catenarios, y esta palabreja según wikipedia significa “una curva ideal que representa físicamente la curva generada por una cadena, cuerda o cable sin rigidez flexional, suspendida de sus dos extremos y sometida a un campo gravitatorio uniforme“. Esa flexibilidad, las distintas alturas, curvaturas y la longitud de los pasillos, dan la apariencia de esqueleto, de un armazón de huesos. Te dan la sensación de que nos haya engullido una ballena como a Jonás y no de que hayamos subido a tender la ropa a un desván.

Además Gaudí consigue que sea un espacio etéreo y mágico con la desnudez del ladrillo y la iluminación que entra a la estancia mediante una doble hilera de 80 ventanas abuhardilladas (las inferiores de mayor tamaño).

Ya hemos comentado que este espacio lo podemos admirar como en origen gracias a la restauración de 1996 que eliminó los 13 apartamentos que construyeron en este espacio a partir de 1954.

Vivienda de la 4ª planta

Al visitar la Pedrera vamos a visitar viviendas que ocupan la planta cuarta. Gaudí hizo un inmueble con 5 pisos de viviendas.

Ya hemos comentado que en el principal vivía la familia Milà en un piso de 1323m², mientras que las otras 4 plantas se distribuían unas 3 o 4 viviendas por planta con unas superfícies de entre 300 y 500m².

En esta cuarta planta, encontramos una recreación de una vivienda burguesa de principios del siglo XX. En el recorrido veremos habitaciones, cocina, lavabos, despachos, salones de estar y dormitorios.

La Pedrera: precios y horarios

Hay dos tipos de entrada para visitar la Pedrera de Barcelona:

• Visita libre, con audioguías. La visita con audioguía dura aproximadamente 90 minutos, aunque podéis moveros libremente el tiempo que queráis. Es la opción que escogimos nosotros. Con Civitatis en este enlace y con Clorian aquí
• Visita nocturna y espectáculo en La Pedrera: Tras la visita guiada puedes contemplar en la azotea un espectáculo audiovisual La Pedrera Night Experience, en la que se proyectan juegos de luces, colores y formas a través de videomapping sincronizado con la música. Desde la azotea de La Pedrera veréis una espectacular panorámica nocturna del skyline de Barcelona. Reservar entradas

Horarios para visitar la Pedrera Barcelona

1 Marzo – 4 Noviembre

• Lunes – Domingo: 9 a 20:30h
• Visita nocturna: 21 a 23h

5 Noviembre- 28 Febrero

• Lunes – Domingo: 9 a 18:30h
• Visita nocturna: 19 a 21h

26 Diciembre – 3 Enero

• Lunes – Domingo: 9 a 20:30h
• Visita nocturna: 21 a 23h

Precio entrada Casa Milà

• General: 24€   niños de 7 a 12 años 12€
• Residentes Cataluña: 12€  y niños 6€
• Reducida: 18.5€   (estudiantes, mayores de 65 años, con discapacidad)

Ojo: Precio taquilla 3€ más por persona

• General Pedrera night Experience: 34€   niños de 7 a 12 años 17€
• Residentes Cataluña: 17€  y niños 10€

• Comprar online la entrada con Civitatis en este enlace y con Clorian aquí
• Pedrera night Experience  aquí.

Visitar la Pedrera, Casa Milà gratis

Casa Milà ofrece entrada gratis:

• niños de 0 a 6 años: gratuita
• Con la Go City Barcelona

La Pedrera gratuita con la Go City Barcelona

Con la Go City Barcelona tienes la entrada gratuita a la Pedrera entre muchos de los lugares que ofrece. Tienes 2 opciones de tarjetas Go City Barcelona:

• Explorer Pass: Eliges la cantidad de actividades que quieres realizar.
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Vídeo visitar la Pedrera de una manera diferente

Te enseñamos el vídeo de nuestra experiencia para que los veas desde la perspectiva de nuestra Insta360 oneX2, una forma diferente de ver la Pedrera

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Más tips para visitar la Pedrera y Barcelona

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