Mejores obras museo Guggenheim Nueva York

Mostrar una lista de las mejores obras del museo Guggenheim de Nueva York no es algo fácil. Hablamos de uno de los museos de arte más importantes del mundo y una de las atracciones turísticas de New York más importantes.

En este post nos vamos a centrar en las mejores obras del Guggenheim de NY pero en el ámbito de cuadros, no entraremos a valorar otro tipo de obras. Simplemente os mostraremos los mejores lienzos o cuadros del Museo Guggenheim de New York.

Museo Guggenheim de Nueva York para torpes – curiosidades

Vamos a ver algunos de los datos más interesantes del museo Guggenheim de Nueva York, varias de las curiosidades que debes conocer:

Datos prácticos e información para visitar el museo Guggenheim de NY

Os dejamos algunos datos que os van a ir bien para visitar el mejores obras del museo Guggenheim de Nueva York, me refiero a horarios y precios.

Horario del museo Guggenheim de Nueva York

El museo Guggenheim de Nueva York  abre al público con los siguientes horarios:

• Domingo a Viernes, de 11:00 a 18:00 horas.
• Sábado, de 11:00 a 20:00 horas.
• Cerrado: día de Acción de Gracias y el 25 de diciembre y también el 24 de mayo.

Precio del museo

El precio de la entrada son 25$. sábados de 17 a 20 horas gratis. Entrada reducida : 18$ (estudiantes, jubilados y visitantes con discapacidades). Gratuito con la New York Pass, la New York Explorer Pass, la Sightseeing pass de NY y la New York CityPASS. 

Tienes nuestros descuentos del New York pass, las opiniones del New York Sightseeing Pass, o descuentos Go City Nueva York (Explorer pass y All Inclusive) y opiniones de la New York Citypass.

Cómo llegar

Metro: líneas 4, 5 o 6 a la estación 86th St Lexington Av. Autobús: líneas M1, M2, M3 o M4 por Madison.

Si tienes el New York pass o la New York CityPASS, puedes subirte al bus turístico Big Bus NY y tomar la ruta azul.

TOP 11 mejores obras del museo Guggenheim de Nueva York

La colección del museo ha experimentado un crecimiento significativo a lo largo de 8 décadas, y está compuesta por varias colecciones privadas de gran importancia, comenzando con la colección original que pertenecía a Solomon R. Guggenheim.

Estas colecciones han sido adquiridas y donadas a lo largo del tiempo, enriqueciendo la diversidad y el valor artístico del museo. Cada una de estas colecciones aporta una perspectiva única y valiosa al conjunto, abarcando diferentes épocas, estilos y géneros artísticos.

A lo largo de los años, estas donaciones y adquisiciones han ampliado la colección del museo, incluyendo obras de renombrados artistas de diversas corrientes artísticas como el impresionismo, el expresionismo abstracto, el pop art, el minimalismo y muchas otras.

En resumen, el Museo Guggenheim en Nueva York alberga una amplia colección internacional de arte moderno con más de 600 obras, desde la década de 1860 hasta la actualidad. Destaca por su enfoque en el arte impresionista, expresionista, moderno y contemporáneo, incluyendo una destacada colección de Pablo Picasso. Además de la exposición permanente de la Colección Thannhauser, el museo ofrece varias exposiciones temporales durante el año. Su diseño arquitectónico único permite una visita cómoda y se puede recorrer la colección completa en dos o tres horas.

The Hermitage at Pontoise

“El Ermitage” de 1867, representa un pintoresco camino de un pueblo en Francia. Pissarro vivió en ese lugar durante un tiempo y creó una serie de paisajes de gran escala considerados como sus primeras obras maestras. Esta pintura muestra la influencia de la tradición académica francesa y de otros artistas como Gustave Courbet y Edouard Manet.

Pissarro buscaba retratar la realidad sin los tonos históricos o sentimentales que caracterizaban a otros paisajistas. Utilizaba la luz y la oscuridad de manera magistral para expresar emociones y crear una belleza moral. Sin embargo, Pissarro abandonó este estilo realista y se adentró en el impresionismo, utilizando pinceladas sueltas y efectos atmosféricos.

Mountains at Saint-Rémy (Montagnes à Saint-Rémy)

Durante los años previos a su suicidio en 1890, Vincent van Gogh sufrió ataques frecuentes de angustia mental cuya causa es incierta. En julio de 1889, pintó “Montañas en Saint-Rémy” mientras se recuperaba de un episodio similar en el hospital de Saint-Paul-de-Mausole, en la localidad de Saint-Rémy, Francia.

La obra representa las Alpilles, una cadena montañosa visible desde el hospital. Van Gogh utilizó una técnica característica de su etapa tardía, con trazos gruesos y pinceladas audaces. Prefería pintar la naturaleza en lugar de inventar motivos imaginarios, creyendo que le ayudaría a restaurar su salud.

En sus cartas, mencionó la pintura y la relacionó con un pasaje del libro “Le Sens de la vie” de Edouard Rod. Para Van Gogh, la naturaleza tenía un significado religioso y anhelaba un entorno rural con campesinos bondadosos, contrario a la vida urbana que consideraba inmoral. Compartía este ideal utópico con su amigo Paul Gauguin, quien buscaba redención en Tahití.

Naná o la mujer ante el espejo

“Ante el espejo” es una obra de Édouard Manet pintada en 1876. Muestra a una mujer de espaldas mirándose en un espejo en un vestidor o dormitorio.

El cuadro tiene una composición vertical y mide 93 x 71,6 cm. La figura ocupa gran parte del lienzo, con el espejo colocado frente a la pared del fondo. La identidad de la mujer reflejada en el espejo se mantiene en misterio. Lleva un corsé azul claro y una falda blanca vaporosa, con el cabello recogido en un peinado de moda.

El tema principal es la mujer mirándose al espejo, posiblemente una cortesana. Manet, como impresionista, muestra pinceladas espontáneas y gestuales, con colores mezclados con blanco para dar luminosidad. La pintura también puede interpretarse como una reflexión sobre la pintura en sí misma. El reflejo de la figura se representa mediante pinceladas que representan los colores de la piel, el cabello y la ropa de la modelo.

In the Vanilla Grove, Man and Horse (Dans la vanillère, homme et cheval)

Paul Gauguin, antes de su viaje a Tahití en 1891, expresó su deseo de sumergirse en la naturaleza virgen y vivir la vida de los nativos para inspirarse artística y espiritualmente.

Esta visión refleja la naturaleza problemática del “primitivismo” europeo, que buscaba descubrir un paraíso no corrompido en culturas consideradas “incivilizadas”. Los paisajes tahitianos de Gauguin, como “En el bosque de vainilla” y “Haere Mai”, evocan el exuberante entorno de la isla, pero también revelan contradicciones entre el mito y la realidad.

Utilizando técnicas compositivas simples, Gauguin tomó inspiración tanto de escenas nativas como del arte occidental, como el Partenón. Sus pinturas buscaban cautivar al público parisino con la apariencia de lo “exótico”. Esta forma de “primitivismo” correspondía a las prácticas imperialistas francesas en Tahití, que fue colonizada en 1880.

Man with Crossed Arms (Homme aux bras croisés)

Las obras de Paul Cézanne representan la culminación de la búsqueda del impresionismo por la verdad en la pintura. Su estilo busca dar peso y volumen escultórico a la instantaneidad de la visión.

En sus paisajes, retratos y naturalezas muertas, Cézanne juega con la superficie y la profundidad, utilizando pinceladas y colores complementarios para crear efectos visuales. Su obra tardía refleja un análisis perceptual más profundo y una sensibilidad introspectiva.

En el retrato “Hombre con los brazos cruzados”, la visión distorsionada contribuye a una atmósfera enigmática. Sus paisajes de Bibémus muestran variaciones tonales y geométricas. En estas pinturas, Cézanne anticipa el advenimiento del arte abstracto con su estilo único y su sensibilidad hacia la construcción espacial.

Painting (Peinture)

En 1925, la obra de Joan Miró dio un giro hacia los “sueños”, con figuras fantasmales y colores surrealistas. En “Personaje”, utilizó automatismo surrealista y formas esquemáticas con referencias a objetos reales. En los años siguientes, volvió a temas más terrenales, como el paisaje de su Cataluña natal. En “Paisaje (La liebre)”, transformó la imagen de una liebre en un evento celestial.

Hacia finales de los años 40, sus lienzos se volvieron más grandes y marcados, con pinceladas sueltas y colores intensos. A pesar de la evolución de su estilo, las formas simbólicas desarrolladas en los años 20, como estrellas y puntos, persistieron en su obra.

Woman with Yellow Hair (Femme aux cheveux jaunes)

Un año antes de pintar “Mandolina y guitarra”, Pablo Picasso presenció la supuesta muerte del Cubismo durante una velada Dadá en París. Su serie de naturalezas muertas coloridas demostró la vigencia del Cubismo sintético, combinando formas superpuestas y colores saturados inspirados en el surrealismo.

En 1927, conoció a Marie-Thérèse, su amante secreta, y plasmó su presencia en su obra. Las iniciales de Marie-Thérèse se incorporaron en sus composiciones. Con el tiempo, ella se convirtió en un tema recurrente, retratada en poses íntimas como leyendo o durmiendo.

El perfil estilizado de Marie-Thérèse, una línea continua arqueada desde la frente hasta la nariz, se convirtió en el símbolo del artista en su representación. Picasso homenajeó a su musa en una evolución hacia formas sensuales y biomórficas.

Dining Room on the Garden (Grande salle à manger sur le jardin)

En esta escena de desayuno de verano, Pierre Bonnard evoca los principios artísticos del siglo XIX y los colores vibrantes de Gauguin. Aunque el mundo moderno está ausente, la pintura tiene un aura alucinatoria.

Bonnard perteneció al grupo Nabis, que buscaba invocar estados psíquicos extraordinarios en sus obras. A lo largo de su vida, Bonnard pintó escenas de comedores, como “Comedor con jardín”, con un enfoque no perspectivo y reminiscente de las impresiones japonesas.

Esta pintura de 1934 captura el juego de luz y estado de ánimo, fusionando objetos y figuras en el plano pictórico. Marthe, la esposa del pintor, se funde con su entorno. Bonnard revela su modernismo al crear un microcosmos atemporal y mostrar el gesto de aplicar pintura al lienzo.

The Football Players (Les joueurs de football)

Henri Rousseau, un pintor autodidacta de clase trabajadora, encontró reconocimiento en la escena artística de París gracias a su estilo inconfundible. A pesar de las críticas y etiquetas despectivas, sus obras cautivaron a artistas y escritores de renombre.

Su amistad con importantes maestros del arte aseguró su lugar en la historia del arte moderno. Rousseau se reinventó a sí mismo y sus pinturas únicas desafiaron las convenciones de su época. Sus cuadros, como “Artilleros” y “Los jugadores de fútbol” (1908), ofrecen interpretaciones peculiares de la vida moderna, con imágenes extravagantes y sorprendentes.

Rousseau demostró una habilidad única para capturar la esencia de su tiempo en imágenes llenas de imaginación y carácter. Aunque enfrentó dificultades y limitaciones en vida, su legado artístico perdura como un testimonio de su originalidad y visión única.

Black Lines (Schwarze Linien)

“Black Lines” de 1913, es una de las primeras pinturas no objetivas de Vasily Kandinsky, con óvalos de colores y líneas animadas. Buscaba revelar aspectos ocultos del mundo a través de la abstracción pictórica.

Aunque aún conservaba fragmentos reconocibles, su objetivo era evocar respuestas específicas en los espectadores. En “Painting with White Border” incluyó una imagen abreviada de una troika rusa y una figura de San Jorge, aludiendo a la tradición zarista de Moscú. “Small Pleasures” está llena de imágenes veladas del Juicio Final, pero su título sugiere otras interpretaciones.

Kandinsky creía en la traducción de la visión interna del artista en una declaración universalmente accesible. Su estilo se desarrolló lentamente para fomentar la aceptación y comprensión del público. Su contribución a la historia del arte moderno fue valorada por críticos y artistas como Picasso.

Paris through the Window (Paris par la fenêtre)

Después de mudarse a París, Marc Chagall incorporó los estilos vanguardistas en sus pinturas. En “París a través de la ventana”, de 1913, se aprecia la influencia del cubismo órfico de Delaunay.

La Torre Eiffel simboliza París y la modernidad. “El soldado bebe” surge de la memoria del artista sobre los soldados en la guerra ruso-japonesa. Ambas pinturas muestran la mediación entre distintos mundos. Chagall prefería la vida de la mente y el simbolismo mágico sobre la representación realista. “El violinista verde” evoca la nostalgia por su tierra natal y destaca la importancia de la música y la danza en la tradición jasídica.

Chagall buscaba transmitir emociones y evocar su legado cultural a través de sus obras. Sus pinturas reflejan su habilidad para combinar la realidad con elementos imaginarios y simbólicos, creando un lenguaje artístico único.

Más consejos para visitar las mejores obras del museo Guggenheim de Nueva York

Como siempre, no dejes de visitar la página de Google Arts and Culture del Guggenheim.

Esperamos que os haya gustado el post de las mejores obras del museo Guggenheim de Nueva York. Si es así os pedimos que lo valoréis con las estrellas 🙂  Para más consejos de Nueva York mirad en este menú