Qué hacer con el New York Pass de 3 días (Parte 2)

  Los que lleguéis a este post directamente tenéis que saber que ya hemos llegado a Nueva York y disfrutado de nuestro primer día del Nueva York en 3 días. Ahora seguiremos con el segundo y tercer día en esta experiencia de qué ver con el New York Pass de 3 días.

Qué hacer con el New York Pass en 3 días. Día 2

A las 8:30 era la reunión. Habíamos decidido que cada uno fuera a su rollo para desayunar y prepararse, con la condición de estar a la hora en el vestíbulo del hotel. Otra vez recorrimos la 42 pero esta vez hasta la 8ª avenida, que es donde está el inicio del tour del Uptown. A las 9:00 horas estábamos en el bus, que no salió hasta un cuarto de hora más tarde.

Nos dirigimos hacia el Central park por esta avenida hasta desembocar en Columbus circle, punto desde donde se miden las distancias que parten desde y hasta Nueva York y en el que en el centro de la plaza se erige un monumento del “Almirante” descubridor de América.

Continuamos subiendo por el Central park y giramos por la 62 para apearnos en el Lincoln center, cosa que nos podíamos haber ahorrado. El caso es que el complejo desde fuera, sin acceder a los teatros y salas, no tiene nada de particular, además de que el primer tour de visita del centro con el New York Pass empieza a las 10:30.

Así que tras hacer el memo un ratillo en esta parada decidimos continuar en bus cosa que no pudimos hacer hasta el tercero que pasó por la parada pues iban todos llenos. Nadie bajaba en el Lincoln center más que nosotros. Continuando el tour giramos a la derecha de nuevo hacia Central Park para ir a parar a la casa Dakota donde vivía John Lenon y donde le mataron aquel año 80, mes de diciembre, día 8.

Continuamos subiendo por la famosa avenida Central Park west pasando por el Ghostbusters Building, los apartamentos San Remo y el Museo de Historia Natural, a la misma altura que el Metropolitan, pero en la otra orilla (casi todos los museos tienen entrada gratuita con el Nypass).

Llegamos hasta la catedral de Sant John the Divine, la catedral gótica más grande del mundo. Se empezó a construir en 1892 bajo las órdenes de los arquitectos Heins y La Farge en un estilo bizantino/románico, pero los cambios de gustos y los retrasos por motivos de financiación provocó una orientación hacia el estilo gótico francés.

Es una visita que no os podéis perder en las cosas que hacer con el New York Pass. La catedral es enorme, todavía no está terminada y aún se trabaja en ella de manera artesanal.

Solo para construir el coro y los cuatro arcos de la gran cúpula se emplearon 20 años y durante su construcción se cambió completamente el diseño de la catedral. El interior está formado por catorce bóvedas que simbolizan las diferentes vocaciones espirituales y terrenas del hombre. Cada una de las siete capillas del deambulatorio que está situado detrás del coro, está dedicada a un grupo étnico. La catedral contiene numerosas obras de arte.

También merece la pena echar un vistazo al Jardín Bíblico y la Fuente de la Paz que ilustra la lucha entre el bien y el mal y están encarnados por el arcángel San Miguel y Satanás.

El cangrejo gigante simboliza el mar y los orígenes de la vida, y la doble hélice del pedestal el ADN, que es la cadena del código genético. También está decorada por 60 figurillas de animales de bronce. Mientras esperábamos el siguiente bus para continuar el tour por Harlem-Uppertown, divisé desde las escaleras de la catedral un puesto de fruta al que me acerqué enseguida y compré 3 cestas de enormes fresones

que fueron devorados instantáneamente por los fourteen people, nombre con el que bautizamos al grupo debido a las frecuentes preguntas en todos los lugares de visita y autobuses de cuántos éramos con la ya típica respuesta al unísono de “fourteen people”.

Nos vamos hacia el norte recorriendo este barrio de Morningside Heights, sobre el Upper West side que hemos recorrido anteriormente. Algunas de las instituciones y atracciones situadas en este barrio son la Universidad de Columbia,

la ya visitada Catedral de Saint John the Divine, Riverside Church y el General Grant National Memorial (el mausoleo más grande de América y alberga los restos del general de la Guerra Civil Americana y presidente número 18 de los EEUU). Ahora es uno de los barrios más seguros y tranquilos de la ciudad, lleno de edificios residenciales. El precio de los pisos en Morningside Heights oscila entre los 750.000 a más de 3 millones de dólares de media. Proseguimos hacia el este por Harlem

que a partir de los años 20 y coincidiendo con el abandono de la comunidad blanca, se da en el Harlem un movimiento cultural conocido como “El Renacimiento de Harlem (Harlem Renaissance)”, y con la llegada de músicos, intelectuales y artistas de raza negra hizo que proliferara la cultura negra afroamericana y una explosión artística y cultural importante. La alta sociedad negra se asentó en la zona de Sugar Hill y fueron muchas las obras y composiciones de jazz y espectáculos que se sucedieron en distintos recintos como en el Cotton Club o en el Teatro Apollo (Apollo Theatre), que sólo era para público blanco. Y por ellos pasamos en esta ruta de bus turístico.

También encontraréis en Harlem una multitud de iglesias baptistas en las que se celebran todos los domingos misas con música religiosa, llamadas misas Gospel.

Al llegar a la altura de la 5ª Avenida giramos hacia el sur, pasamos frente al museo de la ciudad de Nueva York y bajamos frente al Guggenheim.

A pesar de ir con críos decidimos visitar este museo, cuanto menos para que viesen el hermoso vestíbulo y la espiral que forma el pasillo ascendente hacia el techo del edificio.

Lo primero que vimos al entrar fue una gran cola frente a la taquilla. Nosotros la evitamos con el fast track y enseguida conseguimos las entrada. Nos desperdigamos media hora por el museo y cada uno lo disfrutó como pudo. La mayoría lo hicimos yendo a los lavabos del museo que quizá sea de lo que más valga la pena. Normalmente vale más saber la exposición que se encuentra en esos momentos en el museo y si no es muy interesante casi es mejor ahorrarse la entrada y contemplar el susodicho vestíbulo. Mi gusto en arte me permite la visita de cualquier museo que exhiba obras de cualquier época de la antigüedad hasta el impresionismo y postimpresionismo, todos los ismos que los siguen me dejan normalmente bastante indiferente. En una parte del museo, medio corriendo, pude contemplar algún Manet, Monet y Degas, pero desde luego no eran de sus mejores obras. La salida nos premió con unos hot dogs de carrito

y cruzamos la calle para entrar en Central Park, que a esa altura encontramos el gran lago, el Reservoir.

Nos asomamos a su estupenda terraza y continuamos hacia el sur por los caminos que en realidad son pistas para correr, sin emular a Dustin Hoffman en Marathon man. Salimos a la altura del Metropolitan que estaba cerrado por ser lunes. Recordad que todos los museos que he nombrado tienen entrada gratuita con el New York Pass. Aquí en el Metropolitan tomamos un bus hasta Times Square, sin bajar en la parada del zoo de Central Park por no tener tiempo. La idea era ir hasta la última parada de este circuito y comer por el lugar.

 Luego tomaríamos el bus M42 para llegar hasta el río en la parte oeste. Compramos el billete bajando al metro y adquiriendo una Metrocard a 2,25 dólares el viaje. Podíamos haberlo hecho andando pero era un caminata considerable. El calor apretaba y el aire acondicionado del bus era reconfortante, la suerte que teníamos es que el día era nublado y se soportaba el calor pues cuando salía el sol ardía como un demonio. Bajamos en la última parada frente al Circle line.

A la derecha veíamos a menos de 350 metros el gran portaviones Intrepid air museum. Aquí cometimos un gran fallo que nos haría perder alguna visita de NY porque nos haría perder un tiempo considerable al día siguiente, y fue que pensando que el Intrepid cerraba a las 18 horas tomamos el barco The beast de las 16 horas y al volver del paseo a las 16:45 ya no nos dejaron acceder al portaviones. Con la entrada del Nypass podéis tomar uno de los 4 tours que ofrece el Circle line. Nosotros pensamos que al ir con bastantes críos ellos iban a disfrutar más La Bestia,

  y realmente no nos equivocamos!.

Se trata de una lancha que te lleva a más de 40 millas por hora desde la altura de la calle 42 hasta la estatua de la libertad. Para mí uno de los imprescindibles que hacer con el New York Pass.

Subir al mirador piso 86 Empire state con el New York Pass

Después de este paseo a toda velocidad de 40 minutos y de comprobar que el portaviones había cerrado a las 17:00 (mirar horas de cierre según época y días en casi todos los lugares), volvimos a tomar el M42 que nos dejó en Times Square en la 42 a la altura de la parada 5 del Citysights, por lo que subimos a este autobús hasta la parada 7 del Empire State. En el trayecto se puso a llover levemente y llegamos enseguida al rascacielos. Fuimos a la segunda planta y entramos en el NY Skyride en el que hay un pase de una película en 4D, es decir, esas en que los asientos se mueven. Dura entre 10 y 15 minutos y entra con el Nypass. Tomamos el ascensor hasta el mirador del piso 86 (gratis también con el Nypass, ❗Puedes comprar online la entrada al Empire State saltándote la fila )  

casi sin colas en el acceso pues como había llovido hasta hacía poco no había casi gente. El mirador no obstante siempre está lleno. Pudimos admirar la inmensidad de la Gran Manzana desde el que es actualmente su rascacielos más alto.

  Es impresionante. No sabría explicaros la sensación que te producen los sitios como estos. Son estos lugares los que hacen que viajar se convierta en una obsesión. Te agarras a las rejas que envuelven el mirador y contemplas la inmensidad con el más absoluto silencio que logras alcanzar al abstraerte del entorno de la gente que te acompaña en la plataforma.  

Día 3 AGOTANDO EL NY PASS

De nuevo caminito desde el hotel por la 42 hasta Times Square. Los “fourteen people” se separan para hacer unas compras de 40 minutos.

Aprovecho para deciros que este 13 de agosto de 2010, un día antes que llegásemos, se ha inaugurado una enorme estatua, ‘Rendición incondicional’ (edito: ya no está, … pues a mi me encantaba. Pero si queréis ver una igual la tenéis en el puerto de Civitavecchia en Roma) que reproduce el famoso beso entre un marinero y una enfermera, inmortalizado por el fotógrafo Alfred Eisenstaedt en la céntrica plaza de Nueva York al término de la II Guerra Mundial (edito 2018… ya no está tampoco)

  La talla, de casi ocho metros de alto, forma parte de los actos conmemorativos del 65 aniversario del fin de la contienda, con el anuncio de la rendición de Japón el 15 de agosto de 1945.   ENTRADAS PARA VER UN ESPECTÁCULO DE BROADWAY: En Times Square como siempre es imposible aburrirse, a la hora que sea. Por cierto, un consejillo que os doy. En esta plaza se pueden conseguir entradas mucho más baratas para ver espectáculos de Broadway. Ya veréis una caseta con colas y letreros digitales en la zona norte de la plaza donde las podréis comprar.

El problema es que son para los espectáculos del día en los que no se han vendido todas las entradas. Nosotros hicimos eso en 2004 y compramos unas entradas muy baratas para un espectáculo, que por cierto, no recuerdo el nombre 🙂 Hasta conseguimos entradas de palco. ¿No os lo creéis? pues mirad a Marta que guapa está ahí sentada como si fuera una aristócrata 😛

Normalmente son musicales así que no hace falta que sepáis ni papa de inglés, es lo que tiene de bueno. Si estáis interesados en un espectáculo en concreto ni se os ocurra ir a NY sin haber reservado entrada. Broadway es la meca de los musicales y vosotros no sois los únicos turistas que van a visitar NY en la época que vayas. Te dejo este link con todos los espectáculos que están dando en este mismo momento, actualizados, donde además podrás hacer la reserva cómodamente, en español y hasta elegir los asientos en el espectáculo (para acceder a todos los espectáculos clica en categorías: Musicales de Broadway): Reservar entradas de espectáculos en Broadway.     Volvamos con el relato. Yo me separo del subgrupo para irme rápido a la exposición de Tutankhamon para saber la hora del cierre, pues pensamos ir por la tarde. Me dicen que cierran sobre las 22:00 horas. (en 2016 ya no está esa exposición pero está la de Star Wars en Times Square, por ejemplo). Tomamos de nuevo el M42

y nos vamos hasta el Intrepid air sea museum (entrada con el Nypass).

Aquí podemos visitar el submarino Growler, el único submarino lanzamisiles del mundo que se puede visitar.

Dentro del barco hay un museo y en la cubierta podemos admirar varios aviones, helicópteros y podemos recorrer el puente de mando, todo ello con unas vistas únicas de Manhattan.

Del Intrepid sea air museum he realizado una entrada exclusiva en la sección de Experiencias del blog, lo podéis ver allí o simplemente clicando Aquí.

Al salir tomamos de nuevo el M42 a Times Square y de allí de nuevo el circuito del downtown en la parada 5 con intención de ir a la 15 (Southstreet Seaport) para dar un paseo en el velero Clipper. Teníamos previsto inicialmente bajar un ratillo en la parada 12 y dar una vuelta por Canal street en Chinatown, donde te sumerges en un submundo chino lleno de mercados coloridos y negros.

Los primeros de especies, frutas, verduras, comidas varias, los segundos de relojes Rolex, Movado, Breitling, Tag Heuer, bolsos Prada, Vuitton, Gucci, plumas y bolis Montblanc, etc.

El Mercado de la Seda de Peking en Nueva York en paraditas, pero salvando las distancias, vamos, como comparar la catedral de Oviedo con el Vaticano. Si pretendes una imitación buena te llevarán a una trastienda con acceso disimulado que te hará sentir como un contrabandista o cualquier hampón mafioso.

En Canal Street en 2004, esperando que las chicas escogieran bolsos. El caso es que no pudimos bajar en la 12 porque el tráfico nos juega una mala pasada y tenemos que ir directos a la 15. Ojo al dato, que salimos a las 12:00 y los traffic jam nos hacen llegar a la 1:50, al loro los días laborables y en determinadas horas punta. Al final llegamos 25 minutos antes de la salida por lo que nos queda tiempo para comer unos hot dogs aderezados con una mostaza rabiosamente picante que por lo menos a mí me destroza la comida.  

EL PASEO EN VELERO POR NUEVA YORK

  Fue una de las visitas más inolvidables de NY, y también la he catalogado como Experiencia del blog. Con un sol tremendo el trayecto nos llevó hasta la Estatua de la Libertad y volver, todo ello por la parte sur de Manhattan.   Todo el paseo en velero en este enlace   Un tiempo de descanso y relax mientras contemplábamos el skyline de la ciudad y tomábamos el solecito.

Qué os puedo decir más. Bueno, que el barco es un impresionante buque de vela con capacidad para 144 pasajeros y una réplica de las goletas de Estados Unidos de hace más de un siglo. Llegamos a las 15:45, hemos navegado una hora y media. Retomamos el bus 2 paradas más, pues nos equivocamos y bajamos en la 17, que también es Chinatown pero un poco más alejado.

Esta parte es la Chinatown no turística, la de la parte este. Cruzamos bajo el puente de Brooklynn y accedimos en un laberinto de paradas variopintas, muy frecuentadas, en el que, a veces, nos invadía un olor de pescado y basura que bien hubiera podido tumbar a un currante de subsuelo y alcantarillado. Volvemos a la 17 y para nuestra sorpresa hay bastante gente que pretende subir a los buses y encima estos vienen bastante llenos pese a que son las 17:45 y todavía no se trata de los últimos buses.

Por lo tanto decidimos separarnos en tres subgrupos según van llegando buses con plazas libres. En el primer grupo suben los que van a tener más mala suerte porque han abierto plazas en la parte de abajo (no hay casi plazas en el piso de abajo y normalmente están cerradas o algunos no tienen) y van a ir casi todo el trayecto abajo con un calor insoportable rogando en cada parada que alguien de arriba se apee. Así que a las 18:15 estamos todos en la parada 1.

Nos volvemos a dividir pues cada uno tiene sus prioridades en esta zona. Unos quieren volver a la tienda de Lego, otros hacer compras y nosotros y mis padres queremos ver la exposición de Tutankhamen ( recordad que en 2016 ya no está esa exposición pero está la de Star Wars en Times Square, como os he comentado antes). A la salida ya era de noche y cruzamos Times Square de punta a punta, de nuevo disfrutándola bastante, en dirección al Rockefeller Center para subir al Top of the Rock.

La entrada la incluye el Nypass (Precio normal de admisión: Adulto: $32 Niño: $26) y además con Fast track, es decir, sin hacer cola, que había bastante. También os dejo este enlace con descuentos de casi el 20% en el Top of the Rock.   En lo alto del edificio se puede disfrutar de amplias panorámicas de 360 grados de la ciudad de Nueva York. Se entra al complejo a través de la fachada principal, en la calle 50, entre las avenidas 5 y 6 .

Una vez superada la entrada en el vestíbulo y vista una espectacular araña de cristal Swarovski y una exposición multimedia de la rica historia, arte y arquitectura del Rockefeller Center, subes a unos ascensores que más bien son lanzaderas espaciales, pues su techo es de cristal transparente que te permiten visualizar la aceleración desde el fondo del ascensor hasta el último piso.

Además, cuatro vídeo-proyectores usan el techo de cristal como superficie sobre la que se proyectan rápidas secuencias con imágenes del Rockefeller Center desde los años 30 hasta el presente.

Luces azules de zafiro lanzan destellos desde el túnel del ascensor mientras la cabina va ascendiendo verticalmente, simbolizando con el paso de cada cuatro plantas, una década. Tomamos unas escaleras mecánicas que suben hasta los dos últimos pisos de Top of the Rock.

Desde el piso 69 se ofrecen panorámicas completas de Manhattan al este, oeste, norte y sur, con una visibilidad aproximada de 128 kilómetros en los días despejados.

Desde el piso 70, al que se puede acceder por escaleras y ascensor, corona el edificio, permitiendo a los visitantes experimentar una vista panorámica de Nueva York de 360 grados. Con tan sólo 6 metros de anchura y casi 60 de longitud, la parte más elevada proporciona una posición estratégica, inigualable en toda Nueva York.

Al terminar la visita de nuevo el ascensor desciende hasta el nivel del vestíbulo. Y con esto nos despedimos de New York. Mañana nos viene a buscar de nuevo la limo Hummer que nos lleva a Newark y de allí salimos hacia Orlando, donde veremos 7 parques temáticos (todas los artículos con lo que ver en Orlando y Florida en el blog), para luego ir hacia Cabo Cañaveral, visitar el complejo de la NASA y embarcar en un crucero por las Bahamas.   F

elicidades a mis padres en su 50 aniversario de bodas, que para eso se ha hecho este viaje, para que estemos juntos los “fourteen people” haciendo lo que más nos gusta a casi todos,  VIAJAR!.  

Otras tarjetas turísticas para New York

Aquí os dejamos el análisis del resto de tarjetas que podéis comprar para vuestra estancia en New York:

• Go City New York: Con las tarjetas Go City podrás escoger entre gran variedad de atracciones, tú eliges si por cantidad de actividades con la Explorer Pass, o por cantidad de días con la All Inclusive Pass (Pase Todo Incluido). En este enlace Compra y Reserva.
• Sightseeing Pass Nueva York: Otra tarjeta casi gemela al Go City NY que te permite entrar en casi 100 atracciones, con dos modalidades FLEX Pass y DAY Pass. Puedes comprarla aquí.
• New York CityPASS: Podrás visitar las 5 principales atracciones de Nueva York. La puedes comprar a través de Civitatis aquí, o en este otro enlace.
• New York CityPASS C3: La hermana pequeña de la NY CityPASS donde podrás elegir 3 atracciones entre las más populares de NY. Más información y reserva en este enlace.
• New York C-All: Otra tarjeta de la familia CityPASS con la que podrás disfrutar de las 11 atracciones más icónicas de NY. También podrás comprarla en este link.
• The New York Ticket: La mejor manera de visitar la ciudad de Nueva York con las 5 mejores atracciones y experiencias. Para más información en este enlace.

    Ahhh chicos!!    IM-POR-TAN-TE no os olvidéis sacar un seguro de viaje si vais a Nueva York o a los Estados Unidos en general, yo no me jugaría ir a USA sin seguro sabiendo que no hay convenio con la Sanidad de tu país y que cualquier pequeña visita te soplan 300$ o una intervención quirúrgica te puede representar un desembolso que no lo pagues ni con un crédito bancario.

Te hago aquí una comparativa gráfica de varios seguros de viaje para Estados Unidos