Visitar el Real Monasterio de Santo Tomás es algo imprescindible ya que es una de las mayores atracciones turísticas de Ávila. Sorprendentemente es muy posible que si le preguntas si lo ha visitado a un viajero que acabe de ir a esta ciudad te diga que no. El motivo es que no está intramuros y ni siquiera en las zonas aledañas como por ejemplo la basílica de San Vicente o la iglesia de San Pedro.
Tampoco vayáis a pensar que está muy lejos, pero lo suficiente para que quede fuera de la típica ruta por Ávila. Para que no hagáis el canelo y se os pase por alto a vosotros, vamos a explicaros por qué debéis ir y lo que vais a encontrar que hace que merezca tanto la pena. Os hago un poco spoiler para atraer vuestra atención: está enterrado el primogénito de los Reyes Católicos, sobre el que iba a recaer la unión de las 2 Coronas, Castilla y Aragón.
Por supuesto hablaremos de su historia, qué ver en su interior, el complejo que forma, los horarios y precios de las entradas. Además de dejaros las imágenes de fotos 360º hechas por nosotros para disfrutar virtualmente de este lugar.
Índice
el Real Monasterio de Santo Tomás para torpes
Vamos a ver algunos de los datos más interesantes del Real Monasterio de Santo Tomás y su historia, los datos imprescindibles que debemos saber antes de visitarla.
- ¿Cuál es el estilo arquitectónico del Real Monasterio de Santo Tomás? es de estilo gótico.
- Año de construcción: entre 1482-1493
- Constructores: Martín de Solórzano.
- Es un Convento de Dominicos en honor a Santo Tomás de Aquino.
- Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985, como elemento individual integrante del conjunto Ciudad vieja de Ávila e iglesias extramuros.
- El monasterio era residencia de verano de los Reyes Católicos.
- El inquisidor fray Tomás de Torquemada vivió sus últimos años y murió aquí el 16 de septiembre de 1498.
- ¿quién está enterrado? El príncipe Don Juan, primogénito y único hijo varón de los Reyes Católicos, en un sarcófago realizado por Domenico Fancelli en 1510.
- ¿tiene alguna característica especial? es un monasterio con 3 claustros que lo hace único.
- ¿Alberga obras de grandes maestros? altar mayor de Pedro Berruguete
- ¿Es sólo un monasterio? En realidad es casi un complejo ya que contiene además de los 3 claustros, un coro real, una iglesia espectacular y Palacio real de los RRCC.
- ¿Hay algo que os pueda resaltar? está el confesionario de Santa Teresa y el Cristo de la Agonía, que le habló a la Santa.
Qué ver en el Real Monasterio de Santo Tomás
Pues en esta visita llegamos con nuestro vehículo, ya que el monasterio está fuera de la muralla y con buenas posibilidades de estacionamiento. En este enlace os dejamos dónde aparcar en Ávila.
Ya sabemos varios datos importantes, toca entrar y disfrutar de las cosas que ver en el Real Monasterio de Santo Tomás de Ávila.
La fachada
La fachada del Real Monasterio de Santo Tomás es en realidad la de la gran iglesia que encontraremos en el interior. ¿Habíais visto alguna vez una fachada con forma de H mayúscula?
Yo no, aquí veréis que en su fachada hay un gran arco y dos machones que forman una “H”, letra inicial de Hispanidad. Otra curiosidad son las bolas que se aprecian en los machones y que te dan la bienvenida a algo recurrente en todo el edificio. Fijaos también en las 10 estatuas de Gil de Siloé y Diego de la Cruz. En la mitad de la fachada tenemos un gran rosetón y más arriba el escudo de los Reyes Católicos sostenido por un águila.
La fachada se puede ver gratuitamente. Para acceder al interior deberéis pagar una entrada que no seré yo el que os diga que no merece la pena, porque ya os he comentado que para mí este lugar es uno de los imprescindibles que ver en Ávila.
Sepulcro del Príncipe Don Juan, hijo de los Reyes Católicos
Para ver esta maravilla tenéis que acceder al interior de la iglesia, de la que hablaremos en la siguiente sección, tras recorrer una parte de los claustros. Sin duda para mí es la joya de la Corona, aunque quizá os lo diga bajo la perspectiva de un licenciado en Historia al que le encanta el Siglo de Oro español.
¿Qué hubiera sido de España si no hubiera muerto el Príncipe Don Juan, único hijo varón de los Reyes Católicos, que murió prematuramente a los 19 años antes de llegar al trono. La muerte también de su hermana Isabel y del hijo de esta Miguel, hizo que la corona de Castilla recayera inesperadamente en la tercera hija Juana, llamada con no mucha justicia “la loca”.
Si Juan hubiera reinado en Castilla y Aragón, es decir España, no se hubieran desperdiciado ingentes cantidades de dinero y hombres en Flandes, nuestro Vietnam del siglo XVI y XVII, en que tan improductivamente defendíamos los territorios de unos Austrias a los que de rebote les cayó sobre sus cabezas la Corona Hispánica y territorios de Ultramar. Pero la Historia no se puede reescribir y lo pasado ya está escrito a sangre, fuego y piedra.
Y en piedra quiso su madre Isabel dejar en testamento un sarcófago de mármol a su hijo. Una magnífica obra de Domenico Fancelli, esculpido en Génova en los años 1511-1512 y luego transportado a la iglesia del monasterio.
EPITAFIO:
Juan, Príncipe de las Españas, modelo de todas las virtudes, verdadero mecenas de las Bellas Artes y de la Religión Cristiana, que en pocos años realizó muchas obras buenas con gran esmero y estremada prudencia y bondad, descansa en este túmulo que mandó labrar su óptimo y piadoso padre, Fernando, Rey Católico, invicto defensor de la Iglesia, puesto que lo había ordenado en el testamento su madre Isabel, Reina castísima y joyero de todas las virtudes. Vivió 19 años, 3 meses y 6 días y murió en Salamanca el 4 de octubre de 1.497.
El príncipe Juan yace vestido de guerrero, con unos guanteletes o manoplas a los lados, que indican que no murió en batalla. A los pies una inscripción recuerda las cualidades del príncipe y lamenta su muerte prematura.
A los franceses les debemos varias gamberradas por no decir saqueos, robos, incendios y destrucción. Este sarcófago tampoco se libró de las tropas napoleónicas por lo que muchos relieves fueron mutilados y la verja de plata que rodeaba el sepulcro fue robada. Y lo peor de todo, los restos del Príncipe Juan fueron profanados y su paradero sigue siendo desconocido.
Iglesia del Monasterio de Santo Tomás
La iglesia te sorprende por su tamaño, además de por ser una joya de la arquitectura flamígera, perfectamente a la altura de la catedral de Ávila.
Hablamos de unas medidas de la nave principal de 53 metros de largo por 10,50 de ancho y el crucero mide 28,80 metros de largo por 10,30 de ancho.
Tiene 8 capillas de las que resaltamos las esculturas del sepulcro de los Dávila, ayos del Príncipe Don Juan.
Otra capilla a la que debemos estar atentos es la Capilla del Cristo de las Angustias o de la Agonía, donde se encuentra el confesionario de Santa Teresa, y donde ella tuvo una visión el 15 de agosto de 1561. El Cristo de Santa Teresa es de Gil de Siloé.
La obra más importante de esta iglesia, además del sepulcro del príncipe Juan, es el retablo mayor de Pedro Berruguete. Posee 19 pinturas repartidas por los 21 metros de alto que tiene el retablo, entre los que destacan diversos episodios de la vida de Santo Tomás de Aquino.
Coro de la Iglesia
El coro está en la parte alta de la iglesia, y se accede desde uno de los pisos superiores del claustro del Silencio. Es de gran tamaño y magnífica sillería, con nada menos que 45 sillas en la fila superior y 34 en la inferior.
La sillería tiene forme de “U” y las 2 sillas que dan al balcón que asoma a la iglesia eran ocupadas por los Reyes Católicos, con magníficas vistas a la iglesia. Una silla para Isabel I de Castilla y otra para Fernando II de Aragón, con el símbolo de los Reyes Católicos, el yugo y las flechas, además de la granada.
Claustro del Noviciado
Lo que sorprende también de este Real Monasterio de Santo Tomás son sus 3 claustros en uno de los lados de la iglesia. El más cercano a la entrada, el primero que visitaréis, también es el más antiguo y de menor tamaño (12,70 x 14,40 metros).
Este claustro del Noviciado es de estilo toscano y no tiene ornamentaciones. Fijaos que el pozo que está en el claustro no está en medio del patio sino en un lateral.
Claustro del Silencio
El claustro del Silencio es el mediano de los 3 claustros, con unas medidas de casi 20 metros cada lado y con 2 plantas de altura. Consta de 18 arcos, con dos puertas de acceso en su parte interior, y de 38 arcos polilobulados en su parte superior.
El Claustro del Silencio también se le llama Claustro de los Difuntos porque era donde enterraban a los frailes.
En el exterior del claustro destacan los yugos y flechas (símbolos de los Reyes Católicos), del escudo de los dominicos y de la flor de lis. Las ataduras de los yugos y las flechas, así como los ramilletes de flores, son todos distintos. Por un friso fijaos que hay ramas de granadas semiabiertas.
Claustro de los Reyes
El Claustro de los Reyes era la zona destinada a palacio de verano de los Reyes Católicos, aunque recientes investigaciones lo datan de época de Carlos V.
Es el claustro más grande y con más luz. Lo forman 40 arcos por su parte inferior y 56 en la superior. No tiene casi ornamentación, a excepción de las bolas que rodean los arcos inferiores, que veremos en muchos monumentos de Ávila, de ahí el nombre Perlado abulense.
Aulas del la Universidad de Santo Tomás de Ávila
En el ala sur del claustro de los Reyes podréis ver las aulas de la desaparecida Universidad de Santo Tomás de Ávila, de mediados del siglo siglo XVI y cerrada en el siglo XIX, donde se graduaría Gaspar Melchor de Jovellanos.
Museos dentro del monasterio
En varias instalaciones del Palacio del Real Monasterio de Santo Tomás o de su refectorio, podréis visitar el Museo de Arte Oriental y el Museo de Ciencias Naturales (museo de Taxidermia). La mayoría de piezas fueron traídas por los Dominicos, incansables trotamundos que llevaron la fe a rincones de Asia como China, Japón y Filipinas.
El museo de Arte Oriental se haya donde estaban los salones reales.
Los Reyes Católicos y el monasterio de Santo Tomás
El fundador del Monasterio de Santo Tomás fue Don Hernán Núñez Arnalte, tesorero de los Reyes Católicos, y su esposa Doña María Dávila, quienes destinaron para este fin un millón y medio de maravedíes, construyendo el primer claustro y sus dependencias adyacentes.
El dominico Fray Tomás de Torquemada, confesor de los Reyes Católicos, fue quien dio inicio a las obras en 1482, con los planos del arquitecto Martín de Solorzano.
A la magnanimidad de los Reyes Católicos se debe la realización de la iglesia, así como los Claustros del Silencio y Palacio Real.
Los emblemas de los Reyes Católicos – el yugo con la coyunda y el manojo de flechas – decoran los 4 lados del Claustro del Silencio, así como el artesonado del Salón del Trono en el Palacio Real.
Esta simbología argumenta en favor del Monasterio de Santo Tomás como fundación real. Tratándose de una fundación real se explica también, que a la muerte del Príncipe D. Juan, sus padres, los Reyes Católicos, deseasen que la capilla mayor de la iglesia, fuese destinada para sepulcro de su hijo.
Datos prácticos para visitar el Real Monasterio de Santo Tomás
La visita tiene una duración aproximada de una hora, aunque para mí que estuvimos 2 horas con las audioguías y parando bastante. Os dejamos algunos datos que os van a ir bien para visitar el Real Monasterio de Santo Tomás, me refiero a plano, horarios y precios
Horario del Real Monasterio de Santo Tomás
Los horarios son los siguientes:
- Todos los días de 10:30 a 14h y 15:30 a 19:30h (última entrada 1 hora antes de cerrar).
- Julio y agosto de 10:30h a 21h.
- horarios de misa entre las 12 y 13h los Domingos y las 13h los Sábados. Durante las misas la visita a la iglesia no está permitida a excepción del Coro.
- Cerrado 24, 25 y 31 de diciembre y 1 y 6 de enero.
Precio
- El precio es de 4€ y lo encontrarás actualizado en su web oficial
- Precio incluido con la Avilacard
- Audioguía incluida o audioguía en tu móvil con código QR en el ticket de la entrada.
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Esperamos que te haya ido bien este post del Monasterio de Santo Tomás de Ávila para torpes, si es así déjanos 5 estrellas, sólo te pedimos eso 🙂
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Artículo interesante y que hace que llame la atención para la visita de este magno edificio. Pero te equivocas repetidas veces cuando nombras al hijo de los Reyes Católicos llamándole unas veces infante y otras príncipe . D. Juan era príncipe y no infante. Era el único heredero varón y como tal el único que portaba el título de príncipe de Asturias. Sus hermanas eran infantas. En España se daba el tratamiento de príncipe, al primogénito varón de los reyes y en este caso no al mayor , sino al que fue el único hijo varón y que prevalecía sobre la mujer. Don Juan fue el segundo hijo de los Reyes Católicos , pero al ser el único varón prevaleció sobre sus hermanas , estas sí infantas.
Hola Willi. Gracias por tu aporte. La verdad es que tienes toda la razón y lo edito para cambiarlo. Ciertamente Don Juan, hijo de los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, ostentaba el título de príncipe, ya que era el heredero al trono. En las monarquías hispánicas, el término “infante” se utiliza para referirse a los hijos del monarca que no son los herederos directos al trono, mientras que “príncipe” o “princesa” se usa para el heredero o heredera aparente. Don Juan fue reconocido como Príncipe de Asturias, que es el título tradicionalmente otorgado al heredero del trono de España. Así que genial tu comentario.