El Valle de los Ingenios es una de las excursiones imprescindibles si visitas Trinidad, Cuba. Este valle, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un testigo de la historia de la riqueza generada por la industria azucarera en la isla durante la época de dominación española y también de la triste historia de los esclavos que la sostenían.
En nuestra visita, dedicamos una mañana entera a recorrer sus principales haciendas y miradores, antes de regresar a Trinidad para disfrutar de la tarde en la playa.
En este post, te contamos nuestra experiencia y todo lo que necesitas saber para organizar tu propio recorrido por el Valle de los Ingenios.
Índice
Qué es el Valle de los Ingenios
El Valle de los Ingenios es una extensa región compuesta por tres valles principales: San Luis, Agabama-Méyer y Santa Rosa. Sitio patrimonial declarado junto al Centro Histórico de Trinidad como Patrimonio Mundial en diciembre de 1988.
Durante los siglos XVII y XIX, fue uno de los motores económicos de Cuba, con más de 50 haciendas dedicadas a la producción de azúcar. En su época de esplendor, miles de esclavos africanos trabajaban en estas plantaciones, generando grandes fortunas para los hacendados de Trinidad. Sin embargo, con la llegada del azúcar de remolacha y las guerras de independencia, la industria azucarera en la región entró en declive.
"El término Valle de los Ingenios abarca un conjunto de unidades menores las cuales, además de estar limitadas por un mismo horizonte mayor, la Cordillera de Guamuhaya, fueron utilizadas históricamente en la explotación del cultivo de la caña de azúcar, (…) ‘Valle de los Ingenios. Donde el concepto de Valle, antes citado, se une al de ingenio, (…) El vocablo ‘ingenio, significaba una manufactura esclava de base agrícola, pero también designaba el conjunto de tierras y construcciones destinadas a la producción de azúcar, de los servicios complementarios y las viviendas".
Hoy en día, el Valle de los Ingenios es una joya histórica y cultural, donde se conservan antiguos emplazamientos de trapiches e ingenios, torres de vigilancia, miradores con vistas espectaculares y casas-haciendas, representativas de la tipología rural de plantación del siglo XIX.
Nuestra ruta por el Valle de los Ingenios
Ayer exploramos todo el día la belleza colonial de Trinidad, una de las ciudades más encantadoras y mejor conservadas de Cuba. Paseamos por su centro histórico, con sus calles adoquinadas y majestuosas mansiones, comenzando en la Plaza Mayor, donde la imponente Iglesia de la Santísima Trinidad nos recibió cerrada, pero igual de impresionante. Subimos a la torre del Palacio Cantero para disfrutar de vistas panorámicas, exploramos el Convento de San Francisco, convertido en el Museo de la Lucha Contra Bandidos, y nos dejamos maravillar por la arquitectura de la Casa Sánchez-Iznaga y el Palacio Brunet.
Hoy tocaba descubrir los alrededores de esta villa colonial. De hecho vamos a descubrir de dónde salió ese dinero para levantar los diferentes palacios y casas coloniales que vimos ayer en esta joya colonial.
El Mirador del Valle de los Ingenios: vistas panorámicas
Salimos de la ciudad y empezamos a recorrer todo el valle de los ingenios, empezando desde la primera parada más cercana a la ciudad hasta la más alejada. Así que lo primero que encontramos en la carretera es el Mirador del Valle de los Ingenios, un punto perfecto para apreciar la inmensidad del valle y su belleza natural.
Desde aquí se pueden tomar fotos espectaculares. Simplemente aparcas el vehículo en el aparcamiento y subes unas escaleras hasta un bar, donde hay una terraza con vistas a ambos lados del valle, el que da al interior y la otra vista hacia el mar.
San Isidro de los Destiladeros: ruinas con historia
Nuestra segunda parada fue en uno de los puntos más interesantes de la excursión. Reconocido como trapiche "San Juan Nepomuceno" en el siglo XVIII convertido en el ingenio "San Isidro de las Destiladeras" desde principios del XIX se considera uno de las sitios de mayor interés arqueológico, arquitectónico y cultural del Valle de los Ingenios. El sitio se encuentra ubicado a 11 km de la ciudad de Trinidad y a 1.5 km. al sur de la carretera que une a la ciudad con la capital: provincial, Sancti Spíritus.
Se trata de un conjunto de ruinas que incluye la antigua casa del hacendado, una torre de vigilancia y los restos de la planta destiladora donde se producía azúcar. La visita guiada (con una pequeña entrada) nos permitió conocer cómo funcionaba el proceso de refinamiento del azúcar y la historia de los esclavos que trabajaban en el ingenio.
Junto a las ruinas arqueológicas del área fabril del antiquo ingenio aparecen construcciones como la casa hacienda y la torre campanario con marcada influencia neoclásica, en las que resalta el conocimiento y buen qusto de las maestras alarifes de la época. Se puede subir a esta torre de vigilancia.
Frente a la torre se encuentra la Casa Hacienda, convertida en un pequeño e interesante museo.
Ingenio Buena Vista: un vistazo a la historia
Continuamos nuestra ruta hacia el Ingenio Buena Vista, donde se conserva la casa principal, convertida hoy en un restaurante y hotel.
Un buen sitio para hacer una breve pausa y conocer un poco más sobre la arquitectura colonial de la zona, pero totalmente prescindible si el tiempo te acucia.
Manaca-Iznaga: la torre vigía más famosa
Nuestra última parada fue en Manaca-Iznaga, la hacienda más emblemática del valle. Lo primero que llama la atención es su impresionante torre de 45 metros de altura, construida en el siglo XIX para vigilar a los esclavos y prevenir fugas o incendios en los cañaverales.
La primera referencia documental que se tiene del sitio es de 1750 cuando Manuel José de Tellería, solicita licencia al Cabildo para erigir un ingenio de hacer miel y azucar en las tierras de corral Manacanacú. En el año 1787 se reconoce con el nombre de "San Francisco Javier". Desde finales del siglo XVIII la propiedad de dicho ingenio pasa a manas de la familia Iznaga.
Alejo Iznaga y Borrell, le introduce mejoras y en 1841 logra una producción de 5600 cajas de azucar. Aunque no se tiene fecha exacta de la construcción de la vivienda, por sus características tan similares a las de la casa hacienda de Guáimaro es posible que se ubique entre las finales del siglo XVIII y principias del XIX. Manaca Iznaga en la actualidad constituye uno de las sitios de mayor interés histórico arquitectónico del Valle de las Ingenias, pues conserva gran parte de sus fábricas e instalaciones: casa hacienda, torre campanario, enfermería, caserío y el antiguo cementerio de esclavos.
Desde arriba, la vista del valle es impresionante y bien vale la pena subir sus escalones.
En Manaca-Iznaga también se conserva un enorme trapiche, una máquina utilizada para extraer el guarapo de la caña de azúcar.
Cómo visitar el Valle de los Ingenios desde Trinidad
Si estás en Trinidad y quieres visitar el Valle de los Ingenios, tienes varias opciones:
- Taxi privado: Se puede hacer todo el recorrido con paradas en los principales puntos de interés. Cuesta unos 30€, pero ahí entra tu capacidad de negociar y el tiempo que inviertas en la excursión. Ese precio es para unas 4 horas.
- Excursión organizada: Muchas agencias en Trinidad ofrecen tours guiados que incluyen transporte y explicaciones sobre la historia del valle.
- Tren turístico: Antiguo tren de vapor que recorre el valle en un circuito de aproximadamente dos horas y media.
- Coche de alquiler: El coche es ideal para este traslado y para visitar la isla pero con muchos matices que te explicamos en nuestro post de consejos para alquilar coche en Cuba. En nuestro caso, decidimos usar el transporte público para ir a Viñales y vuelta a La Habana, y una vez en la capital recoger un coche de alquiler al regresar a La Habana para continuar el viaje hacia Cienfuegos, Sancti Spíritus, etc. y devolverlo en Cayo Coco. De ahí en bus a La Habana.
Si has disfrutado este post del valle de los Ingenios y te ha resultado útil, nos encantaría que nos dejaras un comentario con tu experiencia, dudas o cualquier sugerencia que tengas. ¿Has visitado Sancti Spíritus? ¿Qué lugar recomendarías? Nos ayuda muchísimo saber tu opinión o ideas.
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Soy Hector, licenciado en Historia que cuenta historias de viajes. 99 países en la mochila. Experto Profesional en Cultura, Civilización y Religión islámica y Especialista Universitario en el Perfil Histórico de los Contenciosos en Oriente Próximo.
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