Marapu, la religión ancestral de la isla de Sumba

Cuando viajamos buscamos encontrarnos con aquello que nos fascina, y la cultura tribal de la isla de Sumba es sumamente rica en tradiciones, con un atractivo fuera de lo común. En este post las veremos a través de los ojos de nuestro viajero colaborador Ramiro Berrocal, alguien que sin duda no pierde detalle de todos estos rasgos culturales que guardan los remotos lugares que visita.

Isla de Sumba y sus rasgos culturales

En esta pequeña isla de Sumba podemos admirar infinidad de curiosas y ancestrales manifestaciones, toda esta explosión cultural y mucho más en una de las más pobres, pero a la vez fascinante isla de Indonesia:

• Comunales casas de clanes con enormes techos de paja y de bambú sobre suelos de teca.
• Una de las últimas culturas megalíticas en el planeta con tumbas de hasta 70 toneladas hechas de piedras y tallas con formas de cocodrilos, tortugas y representaciones espirituales.
• Rituales funerarios al estilo Toraja con sacrificios de búfalos, para satisfacer y no enojar a las fuerzas de los antepasados.
• Encarnizadas fiestas Pasola con batallas rituales entre equipos montados a caballo.
• Los bellos y muy buscados por coleccionistas ikats, telas estampadas, tejidas y tintadas a mano.
• Una extensa biodiversidad perteneciente a la línea de Wallace.
• Fantásticas playas vírgenes y desiertas, con un mar azul turquesa espectacular.
• Tatuajes en las piernas de las mujeres con los mismos motivos que adornan sus pareos, dientes afilados y pechos aun al descubierto.
• La nuez de areca como símbolo de comunión que les sirve de estimulante (ligeramente tóxico) produciendo una sensación parecida a la del café, que a la vez sacia el apetito provocando un exceso de salivación roja.
• Y la "religión" indígena marapu donde las fuerzas de dioses, espíritus y antepasados influyen en el mundo de los vivos.

¿Dónde está la isla de Sumba?

Pues sabiendo de su interés deberíamos saber su localización. La isla de Sumba es una de las 17 508 islas de Indonesia. Pertenece a la provincia de Nusa Tenggara Oriental.

No es ni de las más grandes ni de las más pequeñas. Tiene una extensión de 11.153 km², lo que sería un tercio de Cataluña, o sea, que tampoco es una islita. De hecho la isla es casi dos veces más grande que Bali.

La población de la isla de Sumba es de 611.422 habitantes y la de su capital Waingapu unos 11.000 habitantes.

La isla la podemos dividir en tres:

• Al este tenemos la capital y los poblados en los que fabrican los ikats
• Al oeste tenemos otra de las poblaciones más importantes de la isla, Waikabubak.
• En el sur tenemos todas las solitarias playas de arena blanca y aguas azul turquesa donde poder darse un baño, bucear o hacer surf.

La religión Marapu

En la isla de Sumba se practica la tradicional religión Malapu o Malafu (más información), aunque muchos de sus habitantes son cristianos (calvinistas y católicos) y algunos musulmanes suníes. La religión Marapu tuvo que defender sus derechos civiles ante el Tribunal Constitucional de Indonesia, porque no habían sido reconocidos como una de las seis religiones oficiales ( islam, protestantismo, catolicismo, hinduismo, budismo y confucionismo), por lo que se les podía negar el derecho al registro del matrimonio o títulos de propiedad, pero que recientemente se les reconoce.

Cuando llegamos estábamos ávidos de sumergirnos en sus tradiciones, contactamos rápidamente con un lugareño que conocimos in situ con ciertos conocimientos de inglés para poder conversar sobre los orígenes de tan marcada identidad. Uno de los temas que surgieron fueron las bodas (aún no reconocidas en el año 2009) bajo la "religión marapu" sin que tuvieran ninguna otra influencia de las religiones más populares.

Habíamos oído hablar y leído sobre sus particularidades y queríamos saber mucho más estando presentes en una, pero por más que intentamos localizar una celebración de este tipo no nos fue posible y de forma espontánea se nos ocurrió organizar nuestra propia boda respetando todos los ritos y tradiciones de la forma más fidedigna posible, a la vez ayudaríamos a la maltrecha economía de nuestro ya amigo local y familia, inducido a organizador de bodas tradicionales y guía improvisado.

Nos casamos en una boda Marapu

Necesitaríamos para tan original ceremonia dos familias impostadas para los ahora llamados Rambu Marta y Umbu Ramiro, estas entrarían en prolongadas negociaciones para llegar a un acuerdo en las exigentes dotes que las mujeres sumbanesas adoptan.

Un rato, especie de "sacerdote" que mediante el sacrificio de un pollo y la lectura de su hígado y vísceras visualizara la aprobación de los espíritus. También necesitábamos elegir y comprar los tradicionales ikats para vestirnos como se merece la ocasión.

Hacernos con varios cerdos que nos servirían de banquete para todos los invitados, alcohol de arroz y la omnipresente nuez de areca darían estímulo a la celebración de alegría posterior.
Nos pusimos manos a la obra y en cuestión de dos días ya lo teníamos todo organizado y comprado.

El día elegido llegó y Marta me esperaba en casa de "su familia" a que llegase con tradicionales vestimentas y con opulenta dote, pues no se dejaría convencer a cualquier precio, tuve que encontrar unos preciosos caballos de raza autóctona y bonitas joyas tradicionales llamadas Mamuli.

Una vez aceptada la dote todo discurrió entre risas de complicidad por la teatral, pero a la vez auténtica celebración, los efluvios del licor de arroz contribuyeron a ello y las dos familias juntas marchamos entre cánticos a recorrer las aldeas cercanas cuyos lugareños nos miraban perplejos a la vez que entusiasmados.

Aprendimos pues que los ocupantes del cielo eterno nos cuidan y en ellos depositamos la guía de nuestras efímeras vidas.

Las enseñanzas del marapu nos llevan finalmente al equilibrio de la vida universal a través de la cual podemos encontrar la felicidad.